*Esta reflexión fue elaborada por Alejandra Armida, Cecilia Mulás y Mariana San Martín, estudiantes que colaboran dentro de la Dirección de Incidencia, a raíz de su participación en el 7° Congreso de Construcción de Paz con Perspectiva de Género organizado por el Programa de Género e Inclusión.
La semana del 6 al 10 de noviembre de 2023, se celebró el 7ª Congreso de Construcción de Paz con Perspectiva de Género, organizado por el Programa de Género e Inclusión (PGI) de la Ibero. Durante este evento sucedieron diversas pláticas, iniciando con la conferencia Inaugural, en donde se habló de cómo buscar paz y seguridad como mujer. Es importante remarcar el valor que brindan este tipo de actividades, especialmente para mujeres como nosotras que estudiamos en universidades de la red jesuita, AUSJAL, queremos vernos reflejadas y tomadas en cuenta como parte consciente y activa en la resolución de problemas y toma de decisiones dentro de temas no solamente de género pero también de la vida diaria.
A lo largo de las pláticas se tocaron muchas maneras de cómo llevar esto a cabo. En una de ellas, maestras y estudiantes de instituciones de nivel superior, hablaron acerca de las microviolencias que han vivido dentro de las instituciones, al igual que en su vida personal, y como esto las ha llevado a aprender más acerca de ellas y luchar por sus derechos y hacer visible este problema que muchos deciden ignorar. Las microviolencias y micromachismos son actitudes que replican el machismo, pero de una manera muy sutil, tanto así que cuando se nos hace una de estas prácticas la tenemos tan normalizada que no nos ponemos a pensar que hay detrás de estas. Una de las chicas en la conferencia menciona como dentro de su dinámica familiar, se vive este tipo de micromachismos y como en ocasiones ni cuenta se daba, desde frases del padre que esperaba que la comida estuviera hecha por su esposa a la hora de llegar a la casa, como si fuera su deber por ser mujer. Estas frases las escuchamos todo el tiempo y en ocasiones las repetimos a causa de nuestra educación, sin darnos cuenta del trasfondo que llevan estas frases. Estas frases esconden el papel esperado que debe de tomar la mujer en la sociedad, y estos roles repiten la estructura patriarcal.
Lo que nos gustó de esta plática es que rescata estos temas y los lleva al nivel universitario, tomando en cuenta no solamente a sus estudiantes sino también a sus docentes. Nos gustó escuchar esto desde diferentes puntos de vista, pues nosotras tenemos la perspectiva de estudiantes que todavía no egresan, pero escuchar las mismas problemáticas desde un punto de vista docente nos dio mucha perspectiva.
Otra cosa que nos llamó la atención, es la importancia que le dan a la salud mental en forma de autocuidado. Es algo que en ocasiones se queda fuera de la conversación y no se le da el lugar que se merece, pues son temas que nos incumben directamente. A diferencia de las demás problemáticas que tocan los diferentes programas, el tema de género es un tema que nos atraviesa directamente, como mencionamos arriba somos mujeres estudiantes inscritos en la sociedad y cultura machista, aunque queda aclarar, que aunque esta problemática nos atraviese directamente, no hace de las otras problemáticas menos importantes.
Escuchamos a muchas voces, de diferentes contextos, aprendiendo de las diferentes prácticas y abordamientos del problema. Encontramos puntos valiosos en cada uno de los paneles de discusión, como lo fueron: La conferencia de construcción de paz con perspectiva de género en las instituciones de educación superior, la conferencia de prácticas de cuidado en el ámbito universitario: reflexiones desde el feminismo, y la conferencia de construcción de paz en las universidades de AUSJAL. Este congreso nos invitó a cuestionarnos sobre nuestra propia posición como mujeres y en cómo nuestras prácticas deben de reflejar estas acciones. Y por último, nos recuerda que en la incidencia social es importante reconocer todas las luchas y problemáticas.
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