*Esta reflexión fue elaborada por Alejandra Armida, Cecilia Mulás, Iván Reyes, Mariana San Martín, estudiantes que colaboran dentro de la Dirección de Incidencia, a raíz de su participación en las actividades organizadas por los Programas de Incidencia en conmemoración por los 9 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la presentación del informe “Buscar entre el dolor y la esperanza: Hallazgos de fosas clandestinas en México 2020 – 2022”, llevadas a cabo en la Universidad Iberoamericana la semana del 25 al 29 de septiembre de 2023.
El lunes 25 de septiembre, en conmemoración por los 9 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa se llevó a cabo un acto de memoria organizado por el Programa de Derechos Humanos y la representación en México de Amnistía Internacional.
En este espacio se recordó el doloroso suceso que sufrieron los cuarenta y tres estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, así como los sobrevivientes y las familias de las víctimas, con la exigencia de verdad y un llamado a no olvidar.
La primera actividad, el pase de lista, incorporó una activación donde se exhibieron 43 pupitres con el rostro de cada uno de los estudiantes desaparecidos y un breve texto donde se les describía, este montaje nos permite visibilizar el vacío que deja la ausencia de los estudiantes, así como, conocerlos desde otros aspectos que normalmente no conocemos de ellos. Al realizar el pase de lista y mencionar a cada estudiante, así como la exigencia a que sean presentados con vida con la consigna “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, es inevitable no escuchar esto y que no se nos ponga la piel de gallina.
Por la tarde tuvimos la oportunidad de ver el documental “El paso de la tortuga”, un documental que nos dejó con un mal sabor de boca. El ver cómo transcurrieron los sucesos de ese día, la cantidad de violencia que se ejerció sobre estos estudiantes y como trataron de encubrirlo todo para borrar el suceso, nos deja sin palabras. Las imágenes mostradas y los testimonios de los dos sobrevivientes que estuvieron presentes nos recuerdan y enfatizan la impunidad que se vive en México y lo mucho que nos falta luchar para alcanzar la justicia, en un país donde el gobierno encubre sus propios crímenes.
El 27 de septiembre se cambió el foco de la conversación, pero aún ligada a la violencia y la impunidad que se vive en México. Se llevó a cabo el taller ¿Existe e diseño ético en el Capitalismo? Dónde se nos planteó el dilema ético de trabajar en un lugar en donde se cometen injusticias, pero que muchas veces tus necesidades dependen de ese sueldo, porque si no lo tomas entonces de qué vives. Son momentos de la vida en donde la ética personal toma un gran valor, y es un privilegio tener la opción de elegir no tomar un trabajo, pero mucha gente no tiene el privilegio de elegir hacer un trabajo o no porque su subsistencia depende de esto.
El presentador del taller, Carlos Olvera, habló de su experiencia propia como diseñador y los dilemas éticos a los que se ha enfrentado a lo largo de su carrera. El decidir trabajar como diseñador de una empresa en donde él mismo presenció las malas condiciones de trabajo y de vivienda que ofrecían a sus trabajadores o no tener sueldo para sustentarse unas semanas.
El 28 de septiembre se llevó a cabo la presentación del informe de “Buscar entre el dolor y la esperanza: Hallazgos de fosas clandestinas en México 2020 – 2022” y la presentación de un micrositio sobre desaparición en Baja California por parte del equipo de la organización Elementa DDHH. Este fue el evento que culminó las actividades de la semana, en dónde se recopiló todo lo presentado anteriormente y en dónde volvimos a tener la oportunidad de escuchar a familiares de víctimas de desaparición forzada en México. El escuchar casos de fosas se ha vuelto una constante en México, haciendo que la violencia se vuelva parte de nuestro cotidiano.
Aquí es donde nos cuestionamos sobre la información que recibimos de esta situación y cuántos casos permanecen ocultos o inciertos, provocando desinformación al momento de realizar una investigación. En este contexto son las familias, principalmente las madres quienes se organizan para llevar a cabo labores de búsqueda y procesos de investigación.
“Entre más seamos, más fuerte gritamos”, comentó una de las madres que asistió al evento, esta poderosa frase nos resuena y nos invita a apoyar desde dónde estamos y con lo que podamos. Esto ayuda a crear una red de comunicación más grande que puede llegar a ser invulnerable ante la opresión que muchos ya han sufrido.
“Buscar entre el dolor y la esperanza” fue un diálogo donde las familias y los colectivos nos compartieron sobre la búsqueda de sus seres queridos llenas de dolor por su ausencia, pero con la esperanza de encontrarlos vivos, tal y como se los llevaron.
La importancia de la conmemoración de este suceso, refiriéndonos al caso de Ayotzinapa, tiene un valor significativo en nuestra sociedad aun después de todos estos años. Las actividades en las cuales se participó a lo largo de la semana nos ayudan a recordar y a ver que esto no es algo que solo ocurrió una vez, sino que sigue ocurriendo y muchas veces no se visibiliza. El caso de Ayotzinapa fue muy mediático y es por eso que lo recordamos, pero a veces olvidamos que es uno de muchos. Al día de hoy cientos de personas, jóvenes principalmente, son víctimas de desaparición, ante esto, somos los jóvenes quienes debemos alzar la voz y seguir exigiendo el respeto a nuestro derecho a la libre expresión.
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