Por Claudia Escobar y Dulce María Ramos
La crisis climática, las sequías, la escasez hídrica y la pérdida de la biodiversidad avanzan a un ritmo acelerado. ¿Cómo están respondiendo a estos retos las instituciones de educación superior? ¿Cómo están preparando a las futuras generaciones para enfrentar los desafíos presentes y futuros?
Las universidades no solo tienen la función de formar profesionistas para insertarse en el mundo laboral, sino también la misión de preparar ciudadanos y ciudadanas que contribuyan a forjar un futuro mejor.
Para ello, no bastan los conocimientos, se requieren también capacidades para actuar. La educación superior debe fomentar el desarrollo de valores como la justicia, la equidad y el respeto por la naturaleza; tiene que ayudar a comprender los problemas socioambientales, a tomar decisiones y plantear soluciones creativas y efectivas para abordarlos y, en última instancia, debe formar líderes comprometidos con la construcción de sociedades sustentables.
Tomemos como ejemplo a las y los arquitectos. Es vital que aprendan a diseñar edificaciones no solo atractivas y funcionales, sino respetuosas con la sociedad y el ambiente. Estas y estos profesionistas deben conocer y aplicar los principios del diseño sostenible para hacer un uso eficiente de los recursos y minimizar el impacto ambiental, así como considerar las necesidades y las aspiraciones de las comunidades para las que diseñan, respetando y valorando la diversidad cultural. Asimismo, deben desarrollar un fuerte compromiso socioambiental que les permita tomar decisiones que beneficien tanto al ambiente como a las comunidades impactadas por sus proyectos, incluso cuando ello signifique asumir costos adicionales o enfrentar desafíos técnicos.
Reorientar la formación profesional hacia la sustentabilidad conlleva el desafío de redefinir cómo enseñamos y aprendemos. Ya no se trata únicamente de memorizar datos, sino de desarrollar competencias clave y una actitud dirigida a la acción. Son necesarios métodos de enseñanza que nos lleven más allá del aula y
nos pongan a trabajar en problemas reales junto a otras y otros profesionistas y actores.
Este reto, aunque formidable, posibilita ofrecer una educación superior más pertinente y relevante para nuestros tiempos. En este sentido, la Universidad Iberoamericana, una institución que históricamente ha buscado responder a los problemas y las necesidades de nuestro mundo y tiempo, en sus planes de estudio vigentes incorporó a la sustentabilidad como tema transversal y competencia genérica. En esta tarea, el Programa Universitario para la Sustentabilidad de la Ibero ha jugado un importante papel al participar en el rediseño de los planes de estudio, en el proceso de formación docente y el desarrollo de investigación educativa con este fin.
Aunque hace falta mucho por hacer, estamos comprometidos en avanzar en esta dirección. Sabemos que, con la colaboración continua de las y los estudiantes, docentes y personal administrativo, podremos colocar a la sustentabilidad en el corazón de la institución y convertir a la educación superior en un motor de transformación socioambiental.
Redactado por Dulce María Ramos y Claudia Escobar, integrantes del Programa Universitario para la Sustentabilidad, para consultar la nota original ingresa a: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/universidad-iberoamericana/quien-es-responsable-de-atender-los-problemas-socioambientales-la-educacion-para-la-sustentabilidad/
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